Nos encontramos en el área de servicio del Montseny parte de los coches, ya que algunos habían decidido ir directamente al monasterio.

Rápidamente nos dirigimos a la salida de Sant Celoni y de allí por la preciosa carretera del Montseny pasando por Santa Maria y Sant Esteve de Palautordera hacia Coll Formic, a buen ritmo, y después de la parada estratégica en dicho collado, nos dirigimos al Brull para visitar su iglesia románica y de allí a Seva, Taradell, Santa Eugenia de Berga, Folgueroles y al Parador de Turismo, si bien antes de llegar nos remontamos por la pista hacia el monasterio.

La situación del mismo, tal como era de suponer, es fantástica. En una península rodeada por el rio Ter con unas vistas increíbles tuvimos acceso a un monasterio con más de 1.000 años de historia con la enorme iglesia de 3 naves, un claustro precioso y la parte de monasterio propiamente dicho en el que vivían los monjes dedicados al culto y en condiciones de austeridad remarcable. En nuestra opinión es una de las obras de arte románico más sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta su ubicación, apartado de cualquier zona habitada en aquel siglo. Complementamos la visita con un video explicativo muy interesante.

Regreso al Parador para cumplir con el rito de “Un buen almuerzo” que en dos mesas (una de “chicas” y otra de “chicos”) dimos buena cuenta, aderezada con comentarios sobre la sorprendente visita realizada y en la mesa de los chicos, aderezada por las explicaciones de nuestro socio Ramon Rossines, que por su responsabilidad en instituciones de la comarca, había vivido para la restauración del monasterio hasta llevarlo a la excelente situación actual, muy diferente de cómo lo conoció el que suscribe este artículo en su primera visita hace más de 50 años, que estaba en total abandono y sirviendo de corral de ovejas y vacas.

Agradable sobremesa y después de explicar las posibles rutas de retorno a Girona o Barcelona, nos despedimos hasta la próxima salida al sur de Francia.

Andreu Casas

Presidente